RSS

miércoles, 17 de febrero de 2010

Perseverancia

La perseverancia es, en palabras de muchos una virtud, es una necedad casi escatológica, que hace que el que persevera y se empecina en hacer algo generalmente se salga con la suya… tras mucho tiempo de esfuerzo y, por que no, sufrimiento.

Digo esto porque estos últimos años en cierto modo he sido perseverante, pero también me he sentido fatal en diversos aspectos, pues no he podido hacer de mi vida lo que a estas avanzadas edades esperaría ya haber hecho.

Lo cierto es que me perdí entre depresiones, divagaciones, política y otras tantas cosas que surgieron a la par, ciertamente perdí el rumbo y eso, bien que mal, hizo que me tomara más tiempo llegar hasta donde yo quería, y lo hube olvidado.

Mucha gente que he conocido y que ha recorrido el mismo sendero que yo, hace tiempo que concretaron metas que para mi son aun un sueño que no puedo acariciar siquiera, les he perdido la pista, he sabido de algunos a los que les va bien, me he vuelto osco y esquivo, me ha costado dar la cara y mirar a los ojos a aquellos viendo lo que yo aun soy y no me gusta.

Sin embargo de unos meses para acá he tenido la determinación de levantar la mirada, sacudirme la tristeza y llevar dignamente todo lo que soy con mis aciertos y mis colosales errores y seguir adelante. No ha sido algo fácil y me ha faltado disciplina para llevarlo a cabo y he caído y me he levantado varias veces y he tenido que comenzar de cero más de una vez… y aquí sigo.

Y en estos días de dolorosos y titánicos esfuerzos ha sucedido algo, algo triste sin duda pero algo que, de cierto modo me ha dado fuerzas para salir adelante. Sucede que mi camino ha vuelto a cruzarse, brevemente, por un instante al menos, con el de otros tanto cuya pista había perdido hace tiempo y me he dado cuenta de que no están mejor que yo, no al nivel que yo sospechaba y aborrecía y que me hacia sentir miserable y esconderme del mundo.

Muchos de los mejores de mi clase, jovencitos hábiles y prometedores han tenido que huir de la hostilidad del mundo laboral y refugiarse en una maestría, más por no tener mejor opción que por convicción… han vuelto al hogar, al mundo que conocen y donde ciertamente son alguien… al amparo de una modesta beca que si bien no es grande, les permite sobrevivir en estos tiempos difíciles, en este país que se cae a pedazos y que milagrosamente de alguna manera extraña aun funciona.

Y algunos otros han demorado lo que yo en mis confusiones en titularse, en terminar una tesis y si bien han hecho quizá mas que yo de mi vida, lo cierto es que la brecha abismal e insondable que yo creía tener ante mi resulta no haber sido tan grande.

Pero hay algo aun más cierto y más loable que este patético consuelo de encontrar en las desgracias ajenas cierta tranquilidad personal y es justamente eso que da titulo a esta entrada: la perseverancia.
Todos estos ejemplos son de jóvenes, mujeres y hombres que con mayores o menores dificultades han logrado algo que tristemente no sucede con la frecuencia que quisiéramos en este país: terminar una carrera universitaria.

Si, yo lo se, yo se que no es el único camino para tener éxito en la vida, pero cierto es que hace mucha falta gente verdaderamente preparada en este país, gente que sepa hacer las cosas y el haberme formado en una Escuela de Ingeniería me hace ver cuan necesario es esto.

Se trata de jóvenes que han invertido casi 10 años de su vida en esta aventura llamada ingeniería, que a veces es ingrata y te colma de sinsabores y otras te llena de dicha y satisfacciones. Y es la perseverancia la que ha formado ese carácter que hace que los ingenieros no se desmoronen a la primera adversidad y que aun con todos los pronósticos en contra, saquen adelante. Sea pues esta perseverancia la que me permita concluir esta carrera y cerrar este ciclo, quizá el más importante de mi vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Expresa tu opinión acerca de la entrada leída, esto servirá para mejorar el contenido de este blog.