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miércoles, 13 de octubre de 2010

Sobre minas y mineros y porqué todo esto importa

La nota de la semana y probablemente del mes ha sido sin duda el épico rescate de los mineros chilenos. No pretendo repetir notas que fácilmente pueden hallar en la prensa o en los buscadores de la red. Sin embargo, para muchos mexicanos como yo, este suceso genera sentimientos encontrados y nos deja con un sabor agridulce.

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Pasta de Conchos es el incomodo recuerdo que pervive en la memoria de una situación con notables paralelismos a la de los chilenos y con abominables y monstruosas divergencias. Tampoco pretendo redundar esterilmente en argumentos expuestos con anterioridad en este sitio. Simplemente que, pensando en todo esto, el caso de los más de 60 mineros atrapados en la mina sin ser tan espectacular hubiese podido terminar en un feliz antecedente de lo que hemos visto esta semana, pero no fue así.

Cavilando en toda la infraestructura, la tecnología, la inversión y la propaganda del gobierno actual de Chile si bien de derecha, al menos más humano y “buena onda” que el gobierno de la derecha mexicana, no es difícil ver que ha sido una operación muy costosa, que dividiendo dicha suma entre el total de los mineros rescatados podemos ver que cada minero chileno vale al menos lo que 30 mineros mexicanos.

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Y a todo esto, dirán algunos ¿por qué tanto pinche drama por unos mineros? De los de Pasta de Conchos, ni quien se acuerde, nada más porque están de moda los chilenos, como algunos afirmaron en Twitter esta semana.

Pues bien, no sé los demás pero yo no me olvido de los mineros de Coahuila, me es difícil evadir esa dolorosa realidad por varias razones. La primera y más simple de todas, porque he conocido del dolor y de la impotencia de algunas de sus viudas, de sus huérfanos y familiares que llevan años luchando porque los cuerpos de sus esposos muertos cambien de sepulcro a otro donde los puedan honrar. Esto sin duda le resulta excesivo, inútil y ominoso a mucha gente, pero no me lo parece tanto porque aquellos hombres dejan la vida en las minas extrayendo minerales que vuelven obscenamente ricos a otros hombres que en su vida habrán trabajado una mina ni que sabrán rascarle a las entrañas de la tierra esos tesoros que guarda.

La segunda razón más trivial quizá es que varios de mis amigos son mineros y de unos años a la fecha he dejado de verlos porque aquellos extenuantes infiernos de las minas ya los reclaman, y son hombres y mujeres que arriesgan su vida en las precarias y ruinosas condiciones de muchas de las minas mexicanas que carecen aun, de las más elementales normas de seguridad, de la infraestructura adecuada y del interés de sus dueños de salvaguardar la integridad de todos aquellos que dan la vida por enriquecerlos.

La última menos obvia, pero no por ello menos importante es por el importante papel de la minería en la vida de México y en particular en la mía. Como muchos sabrán yo estudié en la Facultad de Ingeniería de la UNAM, escuela que fue fundada en la segunda mitad del siglo XVIII (1792) como el Real Seminario de Minas, cuya sede fue erigida por el célebre arquitecto español Manuel Tolsá (1811) y que sigue en pie en la calle de Tacuba cerca del Eje Central en el Centro Histórico, frente a la estatua Ecuestre de Carlos IV obra del mismo Tolsá en una pequeña plaza que lleva su nombre frente al Actual MUNAL que linda con la actual cámara de Senadores.

La Escuela de Minas tuvo una importancia no solamente cultural como podemos deducir, sino económica también al ser la primera en este continente en desarrollar especialistas en la minería, actividad que detonó la conquista de vastos territorios unos siglos antes y que era primordial para la economía colonial, pues gracias a ella pudieron, los Austria y posteriormente los Borbón vivir con lujos y derrochar el oro y la plata de estas tierras que a la postre harían ricos a los países del norte de Europa que han olvidado o pretenden olvidar ese hecho.

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En ella Andrés Manuel del Río en 1801 descubrió el Vanadio que bautizó con el horrendo nombre de Eritronio, en los años en que Fausto Delhuyar, notable mineralogista y químico metalurgista español fuera su primer director, y quien erigiera el espíritu científico que aun hoy a mas de 2 siglos de distancia sigue imperando en la forma de enseñar la ingeniería en esta institución.

Cabe señalar que Fausto y su hermano mayor Juan José lograron en 1783 aislar el mineral de wólfram que hoy conocemos como Tungsteno y que podemos ver en el filamento de los focos convencionales que aun imperan en los hogares de este país.

El propio Alexander von Humboldt a su paso por México alabo la labor científica y académica de Delhuyar que dejó tan honda huella que incluso después de su muerte el prestigio de la Escuela de Minas y su calidad eran superiores a las de la misma metrópoli que tras el retorno de Fernando VII al trono vivió algunos de sus más oscuros años empobrecida, sin colonias que sangrar y con una férrea inquisición plena y activa.

De vuelta a este continente, la Escuela de Minas sería el asiento del primer instituto de investigación científica del continente y sus egresados con el título de facultativos de minas obtienen el privilegio, a partir de 1797, de ser aceptados en el resto de América, en Filipinas y en toda Europa. El seminario de Minería es la Nueva España se convierte entonces en el principal exportador de conocimientos técnicos y científicos del continente. En aquella época, México poseía la vicepresidencia de la Asociación Mundial de Minería. Es además la semilla de lo que a la postre fue la escuela de Ingenieros con Juárez y que pese a la volatilidad del siglo XIX fue el primer centro de enseñanza en América que imparte cursos de ciencias Físico-Matemáticas y del cierre que tuvo en los agitados años previos a la Reforma con Juárez, logra integrarse hace ya 100 años al proyecto de Universidad Nacional enarbolado por Justo Sierra.

No es por ello de sorprender que entre las ingenierías que alberga en la actualidad (12 para ser exactos) sobreviva la de ingeniero en minas y metalurgia en una universidad lejana geográficamente de las minas que son explotadas en la actualidad y que no abundan precisamente en el centro del país. Es por ello que tengo amigos y amigas mineras, como mi amiga Claudia que acaba de regresar esta misma semana a titularse después de un par de años de trabajar en minas del bajío y del norte del país.

En la historia universal de la infamia, Borges atinadamente atribuye a una variación de filantropía un hecho del que se derivan innumerables sucesos, que es la importación de negros africanos como mano de obra para extenuarlos en la explotación de las minas de oro primero antillanas, luego continentales que sustituyeran a los nativos que sucumbían vertiginosamente ante las epidemias, el hambre y las inhumanas condiciones de trabajo que la codicia de aquellos pálidos bárbaros les exigía... pero esto creo será motivo de una entrada posterior, menos deficiente y más atinada.

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jueves, 7 de octubre de 2010

La literatura 1

Hay algo que ha estado presente en mi vida desde hace mucho tiempo y que sin embargo hasta hace poco he visto con cierta claridad, me refiero a la literatura. Si bien es cierto que aprendí a muy tierna edad a leer antes en ingles que español, no es algo de lo que me vanaglorie, para mí fue algo perfectamente normal dada la educación que tuve en un jardín de niños bilingüe y que tras algunos años de estudio e una primaria publica olvidé casi por completo por lo que tuve que dedicarme de los 9 a los 13 a recuperar la lengua de Shakespeare que ciertamente nunca ha sido mi favorita, pero a la que me une una relación de amor-odio que tal vez algún día me dé tiempo a explicar.

Las letras entraron a mi vida a la misma edad que muchos de ustedes, sin embargo el gusto por ellas se debió a unos libros con los que aprendí a leer. El primero de ellos era un libro casi entero que comenzaba con cierta progresión gradual en el mundo de la lectura pero que a mí me provocaba cierto placer indescriptible, era como los discursos a los grandes oradores griegos en el sentido de que era como un paseo a través del libro con frases y dibujos que me provocaban diversas emociones y que empezaban como en una clara mañana y terminaban a mitad de la noche.

No sé cuantas veces recorrí ese universo impreso de imágenes dramatizadas que me producían gusto, incomodidad e incluso horror. Creo que tiempo después sus ilustraciones sucumbieron al rigor de las tijeras escolares mías y de mi hermana para satisfacer alguna tarea, quedando mutilado y hace mucho tiempo perdido para siempre.

El otro libro fue uno de los grandes aciertos pedagógicos de Trillas en mi opinión, creo que el libro mencionado llevaba por nombre el obvio titulo de «Juguemos a leer» y era un cuaderno de ejercicios con divertidas ilustraciones a colores y otro de lectura con una aburrida paleta de naranjas y negros.

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Sin embargo ese par de libros hicieron las delicias en aquellas difíciles tardes de lluvia y huracán Gilberto en las que acudía a la primaria en la tarde al contar con apenas 5 años y no poderme inscribir legalmente por haber visto la luz de este mundo en otoño.

Ese año a más de 2 décadas de distancia se ha vuelto entrañable en mi memoria, fue un año de juegos, de libros, de letras y de sobrevivir a las golpizas de aquellos compañeros míos que trabajaban y que me doblaban la edad y casi el tamaño, de mi amiga Irene a quien aun recuerdo y a quien aun me avergüenza haber zapeado alguna tarde y haberle provocado una hemorragia nasal en publico frente a los niños que salían del turno de la tarde y los que íbamos a entrar apenas y de los tenderos que me conocían.

Baste decir que esa fue la única vez en que agredí a alguna mujer en la vida, con la excepción de mi hermana y la infinidad de peleas que aderezaron la difícil convivencia de la infancia conjunta, y que a la postre le forjaron ese carácter duro y sarcástico atenuado por ese carisma que hasta la fecha le ha salvado de que la pongan en su lugar por sus abusos y maldades contra sus amigos y allegados.

En esos lejanos años fueron los relatos cortos, los cuentos que aderezaban los libros de texto que nos daban en la primaria los que hicieron mis delicias entonces. En el 4º año por el 60º (sexagesimo no sesentavo) aniversario de la escuela o algo así, regalaron unas colecciones de libros, parecian enciclopedias pero incluian al Panchatantra, el Ramayana, y cuentos de Rabindranath Tagore y las Mil y una noches de la astuta, pero no menos bella Sherezad.

Se armó un taller de lectura para los de mi grado y desde luego que me quedé sin importar estar una hora más en la escuela. Esos meses de verdad valieron la pena.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Ángel

La descubrí esta tarde inusual en la que me vi obligado a volver a casa antes de la puesta del sol, pasaban las cinco cuando noté el oro de sus cabellos y su nívea tez que fulguraban en medio de un mar de homogeneidad morena como la que abunda en la mayoría de los países que conforman la llamada América Latina.

Me senté a su lado, más que por necesidad, por poder mitigar de ese modo la tentación de contemplarla y, quizá incomodarla con mi mirada que sin ser lasciva me ha causado ya problemas en otros tiempos. Era uno de esos incómodos asientos ubicado detrás de la salpicadera de la llanta trasera del autobús que no alcanza a librar completamente dicho obstáculo de modo que o tienes la suerte de tener los pies diminutos y sentarte sin mayor incomodidad o bien hacer las veces de un improvisado contorsionista.

Ella sin embargo escondía entre las piernas la mochila grande y voluminosa como la mía, quizá intentando atenuarla para proteger su computadora, artilugio portátil (no mucho) y cada vez más necesario y presente entre los estudiantes.

Sin embargo durante el viaje, la contemplé de reojo, sus ojos no eran claros, los labios lineales no le hacían justicia, sin embargo compensaban el buen perfil, su lozanía y la amplitud de la frente clara y despejada. Intentaba leer unas copias sobre algo de la conducta que no pude ver con claridad y que me abstuve de hacer con gran evidencia.

Era joven y bonita, como lo son muchas mujeres a su escasa edad, al principio tuve miedo de que fuera más de 10 años menor que yo, al pasar los minutos y precisar ciertos detalles y cavilar sobre ella y lo que leía concluí que no debía ser más de 8 años menor que yo y que estudiaría pedagogía o psicología, eso me tranquilizó y me hizo pensar que quizá alguna ocasión futura volvería a verla. Vestía de jeans, lo cual no es raro en absoluto, y portaba una blusita azul tejida a modo de sweater.

Intentaba leer una novela de Alejo Carpentier para mitigar la tentación de contemplarla, sin embargo, como estas líneas delatarán no tuve mucho éxito en ello.

El viaje fue breve, o quizá fue algo más largo pero abreviado por mi afición a la joven y rubia chica sentada a mi lado.

Ya había logrado avanzar algunas líneas del libro cuando noté que ella levantaba su mochila que era de un rosa vivo para salir. Minutos antes había previsto la posibilidad y tenía ya preparada alguna frase ingeniosa y varonil acaso, sin embargo la premura y la sorpresa me hicieron balbucear, acaso musitar un tímido e inaudible «claro». Sirva acaso de atenuante el decir que de espaldas lucia muy bien también, sin llegar a la voluptuosidad de las caderas africanas, pero si con la suficiente proporción para lucir femenina.
Lunes 27 de septiembre de 2010

viernes, 17 de septiembre de 2010

De minas, mineros e infamias

Leí en las noticias de hoy, que en la mañana la perforadora encargada de desarrollar el llamado Plan B, logró llegar a los 33 mineros chilenos atrapados desde principios de agosto. No es mi interés repetir la nota, la pueden consultar aquí: http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2010/09/17/perforadora-hace-contacto-con-mineros-atrapados-en-chile

La verdad es que cuando supe, vagamente por cierto, sobre lo sucedido en Chile inmediatamente lo relacioné con la tragedia de Pasta de Conchos y dadas las condiciones de la mina en la que están atrapado los chilenos pensé que terminaría esto de manera igual de trágica. Me alegra, hasta ahora, estar equivocado.

Los de esta América

La mañana del 19 de febrero de 2006 una explosión debida al exceso de metano en la mina, concentración que rebasaba con plenitud los estándares mínimos de seguridad, dejó atrapados a una profundidad aun hoy desconocida y debatida a 65 mineros que laboraban el la mina de carbón “Pasta de Conchos”. Laboraban, como sucede en este país y en muchos otros, en condiciones precarias, no resulta excesivo decir infrahumanas, pues carecen no sólo del equipo de seguridad adecuado, sino que las condiciones mismas de las minas son tales que aquellos que profesan el oficio de minero son de entre todos los miembros de la clase trabajadora, llamada despectivamente proletariado, los que mueren antes, los que terminan con los pulmones destrozados, los que son más explotados y los que perciben el peor salario… contrariamente a toda justicia, divina, humana y poética son los que mayor riqueza producen, riqueza a la que les es vedado el acceso.

Los hechos subsecuentes son de dominio publico, las autoridades, la empresa (grupo México), la opinión publica tiraron la toalla demasiado pronto, a las 48 horas comenzaron a darlos por muertos, disparatadas contradicciones, dolosas omisiones, fueron los elementos que construyeron la escenografía en medio de la cual se representó esta tragedia. Se rumoró la posibilidad de un rescate de dimensiones continentales, que tardó más en organizarse que en ser disuadido por Grupo México. El desenlace es fácil de prever.

Los de la otra

La historia de los 33 mineros chilenos atrapados desde agosto de 2010 ha sido heroica, una historia solidaria, sin tintes trágicos todavía. El rescate continental digno de cualquier producción hollywoodense no fue una promesa rota allá sino una realidad tangible que genera noticias alentadoras día con día. El apoyo no ha hecho falta y la solidaridad ha rebasado las fronteras, si bien sus muestras son moderadas como sucede siempre, pero no por ello menos importantes.

Paralelismos y contrastes

Hasta donde sé tanto Grupo México (de German Larrea, uno de los empresarios más importantes del país y más ricos también) que es la minera más grande aun en manos “nacionales” como los de Minera San Esteban. Mientras, de este lado, los medios, las autoridades y el pueblo carente de voluntad propia se plegaron a la tiránica decisión del magnate que condenaba a muerte a aquellos hombres heroicos, ordinarios, esplendidos e insignificantes que tenían el mismo derecho al aire a la vida, al amor de sus mujeres, de sus hijos que aquel. Los medios fueron convenciendo que nada tenia sentido, que seguramente ya no tenían aire o que nunca lo tuvieron, que más valía ocuparse de otros asuntos condenándoles al ostracismo de la memoria en el inconsciente colectivo.

Las familias protestaron, denunciaron, hicieron cuanto estaba en sus manos, que no era mucho, y al final hubieron de resignarse a la muerte de sus seres queridos, cuyo sepulcro fue la mina donde laboraron toda la vida.

Del otro lado del mundo, las autoridades no hicieron oídos sordos ante la tragedia, la gente, los medios también han apoyado, la vida humana parece valorarse mejor en aquellas tierras y los mineros siguen con vida y con esperanzas de salir.

Epílogo

De vuelta a este asolado país, los precarios esfuerzos llevados a cabo para rescatar a los mineros dieron magros resultados cuando el 23 de junio de aquel lejano 2006 sacaron el primer cuerpo y medio año más tarde a poco menos de 1 año de la tragedia sacaron el segundo.

Sin embargo la mina permanece cerrada, los culpables libres, los medios y la gente ha olvidado el suceso y quedan 63 mineros aun debajo sin que nadie tenga la voluntad de que algún día sean rescatados y se sepa que sucedió en realidad. Hace un par de años tuve que ver en la organización de un foro en la UNAM acerca del caso, conocí y platiqué con algunas de las viudas y familiares de los mineros, conocí a una asociación ajena al sindicato de mineros veteranos de diversas partes del país que basándose en su experiencia de toda la vida proponían rescatar los cuerpos de sus colegas ahí fallecidos.

Conocí de los infiernos en los que se extenúan estos hombres, de las precarias condiciones en que laboran, de las ilegales e inseguras condiciones en que tienen que adentrarse a las minas, tan malas como si viviéramos en 1880, simple y llanamente porque los dueños de las minas en vez de invertir en la gente que los enriquece y en procurarles condiciones dignas para laborar, prefieren ahorrarse ese gasto y depositar esos dineros a trabajar en sus ociosas cuentas en Suiza o las Islas Caimán.

Me da tristeza ver como terminaron las cosas así, de dos hechos lamentables y coincidentes en muchas circunstancias el primero terminó de manera infame, el segundo, esperemos, termine de manera justa, con final feliz y cursi al más puro estilo de Hollywood.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

De vuelta al blog

Bien después de varios meses, prácticamente medio año sin agregar anda nuevo, he hecho algunas modificaciones mejores, mantenimiento a nivel de código, para pulir el aspecto final del blog, que digo tampoco es la gran cosa, y que resulte interesante y atractivo para aquellos que caigan por aquí.
Les agradezco a mis seguidores su paciencia y espero lean esto con gusto.

Bien en realidad no pienso tuitear esto, no sé, creo que un buen blog no requiere de estar diciéndole a todos los que conoces que lo lean, creo que por si mismo puede y debe darse a conocer. Siempre he creído que un buen trabajo es tu mejor carta de presentación y recomendación y si bien este blog no es nada del otro mundo, quizá el trabajo y la adición de buenos contenidos en un futuro próximo permita que llegue a más gente.

martes, 7 de septiembre de 2010

Letter to the USA

This is not my invention, I found it on the BE ELE O GE writted by the lovely @wera_supernova (http://werasupernova.blogspot.com/2010/08/carta-estados-unidos.html). I tried to translate it thinking about the stupid racist laws in Arizona waiting to be adopted and that punitive immigration policy in the USA that extends to all those people coming from the south looking for better living conditions. Thanks.

Your Christ is Jewish
Your writing is Latin
Your numbers are Arabic
Your democracy is Greek
Your music gadget is Japanese
Your ball is from Korea
Your video game comes from Hong Kong
Your T shirt is from Thailand
Your soccer stars are Brazilian
Your watch is Swiss
Your pizza is Italian
Your drug is Colombian
Your oil is Mexican
Your language is from England and…
Your President is from Africa!
And are you the one who looks at the migrant worker as a fucking foreigner?

lunes, 17 de mayo de 2010

Don Humberto

Pasa los días arrumbado sobre su silla andadera, dormita, se fuma un cigarro de cuando en cuando para matar las horas estériles. Poseé un aire de cachivache, su deplorable estado actual lo hace invisible a los ojos de la mayoría, deleznable ante los de aquellos que llegan a percibirlo.

Alguna vez lo he visto andar con sus pantalones orinados debido a la incontinencia urinaria que lo afecta. Se nota que fue un hombre alto, de buena proporciona y estatura, arrastra los pies al caminar, la espalda la tiene destrozada debido a una escoliosis impía que le ha deformado y no le permite erguirse ni menos aun andar de pie por si mismo.

Es un hombre consumido que lleva la marca de aquellos que han vivido una buena vida, esa vida que llevan los hombres, plagada de excesos y de hábitos antinaturales e insanos que los consumen y marchitan antes de tiempo, y que llegados a una venerable edad, as veces que llegan, lo hacen convertidos en piltrafas, despedazados por dentro en lamentable estado.

Y así contempla don Humberto los días desde su rincón inmóvil, dormitando a ratos, contemplando a los jóvenes engreídos, deficientes e ilusos que pululan por la facultad.

Nadie imagina que ese hombre acabado que mira la vida desde un rincón habla con fluidez en inglés y francés además de español, naturalmente.

Alguna vez lo vi con un cigarro en la mano consumiéndose solo, inmóvil, parecía que no respiraba, afortunadamente me equivoque y solo dormía.

Creció en San Antonio Texas y ejerció con naturalidad más que con orgullo el ser blanco, a principios del verano de 1953 fue enviado a Corea, para su suerte no tuvo que derramar sangre ni padecer los horrores de la Guerra, al desembarcar ya todo habla acabado.

Huyendo de las posibilidades de la Guerra que aseguraba el Imperialismo en ascenso del lado norte del Río Bravo que allá le dicen Grande, decidió enrolarse en el ejercito mexicano, de modo que cuando fue requerido para dar su vida en las selvas de Vietnam no pudieron hacerlo pues él ya era miembro del ejercito mexicano.

De aquellas andanzas no tengo mayores datos, pero en los 70 aparece dando clases en la Universidad Nacional Autónoma de México, hombre de cultura fue apreciado como profesor, donde una jovencita rebelde y sobrina suya trabajaba ya en los comedores de la Ciudad Universitaria huyendo de la educación conservadora para señoritas que recibía en una escuela de monjas.

Lo que sucede desde esos lejanos años hasta nuestros días 30 años después es algo que no he sabido, sólo sé que Don Humberto envejeció, y que la ausencia de un titulo universitario lo relegó en sus derechos dentro de la mafia sindical que se fue entretejiendo y consolidando desde que Agustín Rodríguez encabeza vitaliciamente el STUNAM, que su sobrina se asentó a trabajar en la UNAM, terminando su preparatoria pero siendo impedida en avanzar más allá de vigilante dentro del aparato burocrático del sindicato. Que esto les ha costado privaciones y el no percibir lo justo por sus años de servicio.

Y el propósito de mi relato no es otro más que reflexionar en como la vida puede resultar injusta con la gente y un hombre culto, interesante que ha vivido y tiene vivencias enriquecedoras dilapida sus últimos años en calidad de semimueble, enfermo y acabado, mientras su sobrina no menos enferma que él, con sobrepeso y diabetes y los problemas que una mala calidad de vida y conlleva, trabaja de uno a 2 turnos al día para poder mantenerse y cuidar al tío, mientras que la cúpula sindical vive a cuerpo de rey, dándole preferencia a piernudas y poco calificadas "jóvenes" preferencia en los puestos de trabajo de base con fines precopulativos desdeñando los años de trabajo invertidos por gente con más edad, experiencia y muchas veces preparación para tan cotizados puestos.

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lunes, 15 de marzo de 2010

¡El Bicentenario me tiene hasta la madre!

Así es estimado lector, tal y como lo leyó en el título tan elocuente de esta entrada, el Bicentenario me tiene hasta la madre. (NOTA: No es afán mío herir susceptibilidades y ofender con mi vocabulario a nadie, simplemente es mi forma de expresar y si esto causa alguna molestia, entonces ya sabe que entrada o que blog no debe leer más.)

La primera vez que yo escuché tan rimbombante palabra fue cuando ingresé a la Facultad de Ingeniería en la UNAM, donde, como sabrán de seguro, en la Unidad de Ciencias Básicas está la Plaza del Bicentenario que hace alusión NO a una visión profética rumbo al 2010 y toda la parafernalia oficial desatada, ¡no! sino a la fundación del real seminario de Minas realizada en 1792 y que es el origen de la facultad de Ingeniería de la UNAM ni más ni menos.
Sin embargo, ahora, encontramos al Bicentenario hasta en la Sopa (no me sorprendería hallar en estos días en el supermercado una edición especial de sopa de letras conteniendo exclusivamente las letras en proporción y forma que digan Bicentenerario 1810, 1910, 2010 producidos por La Moderna o Barilla tal vez). Todas las obras de infraestructura realizadas en estos días reciben Bicentenario por apellido y ya hasta la UNAM se ah unido a esta febril e insensata manía so pretexto del Centenario de la reapertura de la Universidad Nacional que hiciera Justo Sierra en 1910.
Creo yo que todos tenemos claro que Bicentenario significa dos veces centenario, es decir, doscientos años, pero ¿realmente esta cifra merece tanto ruido y despilfarro? Analicemos esto por partes:

200 años ¿de libertad?

Este ha sido uno de los slogans empelados por los medios como justificación de tan pomposa celebración, como para convencernos de que debemos estar festivos y echar desmadre aunque al país se lo esté cargando la chingada, así con todas sus letras.
Pero cualquier persona que haya llegado a secundaria y haya puesto un poquito de atención a la clase de historia sabrá como lo sé yo y los saben ustedes que el 16 de septiembre Miguel Hidalgo no desató una revolución libertadora (como algunos otros contemporáneos suyos si hicieron) fue una revolución contra el gobierno español para que los criollos como él tuvieran los mismos derechos de los peninsulares, “¡Viva la religión católica! ¡Viva Fernando VII! ¡Viva la Patria y reine por siempre en este Continente Americano nuestra sagrada patrona, la Santísima Virgen de Guadalupe! ¡Mueran los gachupines! ¡Muera el mal gobierno!”. Pretender creer que en ese momento surgió México como país es tan ridículo como pretender celebrar tu cumpleaños el día que tus padres te concibieron por accidente en un motel de paso, en un faje llevado a más en el asiento trasero del coche o por algún desabrido descuido.
En realidad la independencia se consuma hasta 1821 y si Pitágoras no miente de 1821 a 2010 no han pasado 200 años. Estamos a 11 años todavía de poder cantar victoria al respecto. Además de que la libertad no es algo de lo que podamos jactarnos los mexicanos de tener en abundancia. Si ya se que van a decir que en Cuba la gente no puede comer lo que quiera ni tener lo que quiera y que somos mas libres que ellos por poder comprarnos un iPhone si queremos o poder ir a Cancún si nos pega la gana. Pero lo cierto es que en México tenemos la libertad, toda la libertad del mundo de morirnos de hambre. Por que bueno podemos comer lo que queramos, falta que el dinero alcance para ello (en Cuba comerán poco pero todos comen y nadie se queda sin comer) de igual modo muchos adolescentes wannabe cargan orgullosos su iPhone con ellos, pero viajan en microbús o metro y no tienen dinero a veces ni para sacar las copias para la tarea. De igual modo podemos querer irnos a ver los desfiguros de las gringas (ahora con el Springbreak) a Cancún, pro falta que el presupuesto alcance, más si queremos evitar terminar con las nalgas como aspirinas tras casi 30 horas de viaje en autobús. Tenemos la libertad de ir a donde se nos antoje, falta que en Ciudad Juárez o en Reynosa el narco nos deje ir a donde queramos a la hora que nos plazca.

¿Y la revolución que?

Bueno si no hay motivos para celebrar el bicentenario cuandimenos habrá que celebrar la revolución ¿que no?
Pues ese es otro detalle oscuro de nuestra historia, el 20 de noviembre por razones personales que algunos conocen y otros pueden intuir es un día importante para mi cuya conmemoración me emociona. Pero si somos críticos y realistas veremos que el 20 de noviembre lo que celebramos es que Madero se le puso al pedo a Díaz. Y sin embargo Don Porfirio aguantó vara y renunció hasta 1911 y le dijo a Madero: ¡Que!, ¿muy chingón?, pos ahí te dejo el changarro méndigo chaparro y se fue a exiliar sus últimos años a Paris (¿donde más no?)
Pero la revolución no se inicia cuando el tío abuelo del flamante y actual senador panista Gustavo Madero arma su desmadre, no. Se inicia desde 1908 cuando los magonistas se levantan en armas en Chihuahua y Coahuila (tomarían Mexicali en 1911). Sin embargo, lo que la historia oficial simplifica como “Revolución mexicana” es en realidad una serie de levantamientos por todo el país que se suscitan entre 1908 y 1919  sin lógica u orden estrictamente existente entre ellos que si bien logró de rebote hacer un cambio social con la Constitución de 1917, en resumen no termina siendo más que una guerra intestina entre los que tenía contra los que querían el poder. Que costó millones de vidas y que a 102 años (chin se nos pasó el centenario, el de a de verás) de haberse iniciado, parece haber perdido su esencia y su herencia de la mano de reformas retrogradas y neoliberales que le han quitado a los mas desposeídos los logros conseguidos tras arduos años de lucha, sacrificio y hasta de sangre derramada (por cursi y melodramático que aparezca, no menos cierto).
Entonces si no hay bicentenario, y si el centenario ya valió madres ¿que nos queda celebrar? ¿que somos muy mexicanos? Pero eso se hace cada año el 15 de septiembre ¿que no? Veamos:

La mexicanidad

Este 2010 hay que sentirnos más orgullosos que nunca que semos mexicanos, desde hace 200 años. Por qué:
  • Somos uno de los 40 países más corruptos del mundo (entre poco más de 200).
  • Somos el ultimo a nivel educativo entre 57 países según la OCDE.
  • Somos el lugar 95 de 146 países por nuestro esmerado cuidado ambiental.
  • Somos el primer lugar mundial en obesidad en adultos (ya le ganamos a los gringos en algo) y segundo en obesidad infantil (pero nos esmeraremos en lograr el dominio indiscutible en la especialidad, lastima que esto no trae medallas olímpicas a México ¿verdad?).
  • Somos el tercer lugar mundial en maltrato a menores (y no tan menores también)
  • Somos el primerísimo e indiscutible lugar mundial en secuestros (y es que después de arduos años de esfuerzo y experiencia ya era justo destronar a Colombia).
  • Somos el país sin guerra con mas muertes al día, ¿no me cree?, eche un vistazo a lo que ocurre en Ciudad Juárez y otras ciudades fronterizas del norte del país.
  • Y a propósito, Ciudad Juárez acaba de ser galardonada como la ciudad más violenta e insegura de todo el mundo, que Bagdad o Kabul, nada como Juárez. Calderón debe sentirse profundamente orgulloso, sin su ayuda creo que nunca lo hubiéramos logrado.
  • Somos el lugar 110 de 134 en eficiencia laboral (si yo hago como que trabajo y hacen como que me pagan ¿no? el divertido y popular juego nacional).
  • Somos el 3º lugar mundial en piratería de software, videojuegos y películas sólo detrás de China o Rusia.
  • Somos el 6º lugar mundial en agresiones contra periodistas (¡que viva la libertad de expresión!).
  • Somos el 6ºpaís a nivel mundial en presencia de crimen organizado.
  • Somos el 1º lugar en delincuencia con violencia (si no, pregúntele al narco y verá)
  • Para los pamboleros: Participaciones en copas mundiales por país:
    • Brasil 19
    • Alemania 16
    • Italia 16
    • Argentina 14
    • México 13
  • Todos campeones del mundo excepto uno ¿a que no adivina cual?
  • Para los deportistas en general: medallas olímpicas totales
    • EUA: 2571
    • Rusia: 1204
    • Reino Unido: 736
    • Francia: 719
    • Alemania: 689
    • Italia: 622
    • Suecia: 593
    • Hungría: 465
    • Australia: 438
    • México 55
  • ¿Que no tiene México más territorio y población que muchos de estos países?

Bueno, no es mi intención descorazonar a ningún mexicano ni que salten por la ventana o se corten la venas con un bolillo duro, esto es más bien una reflexión critica en torno a toda esa celebración insensata que promueve el gobierno como el gran suceso del año y que los medios pregonan para que nos olvidemos de cosas verdaderamente importantes y que, lamentablemente justifica el derroche de recursos que se supone escasean y no se tienen, y que son usados en cuanta chingadera de apellido Bicentenario se le ocurre hacer al gobierno en todos sus niveles.

domingo, 21 de febrero de 2010

Larunbata

Me he levantado temprano, sin embargo he salido tarde como de costumbre, la mañana fue esplendida y no me fue tan mal como pensaba.

He dormitado cómodamente en la planta alta de un auditorio que es tan acogedor como una casa, en parte ha sido culpa de aquellos que se esmeraron tanto en equipar a este lugar de esa suave alfombra y de esas mullidas y confortables butacas donde es difícil resistir las tentaciones de Morfeo.

Hace sol y quema durante las fervorosas horas de la tarde y sin embargo si el frio sopla o la sombra te cobija el frío es inminente, es lo normal en invierno.

No he visto a mi amiga la srita M. ha tenido que partir a despachar algunos asuntos importantes antes de la hora acordada. Me he hallado a un par de amigos con los que platiqué y pasé un buen rato, hasta algo de comer me han invitado.

Me ha sido imposible rehusarme a acompañarlos a ver una obra: Jesucristo Superestrella, un musical, y yo odio los musicales pero ¿que puedo hacer? si me niego me veré como un huraño malagradecido ¿acaso no lo soy? es muy posible que si lo sea, pero no estoy seguro de exhibirlo ante el mundo, y en particular a esa diminuta porción del mundo que son ellos.

Me preparo emocionalmente para verlo… no ha sido tan malo ni insufrible como yo pensaba, incluso temo reconocer que hubieron detalles que me gustaron… sin embargo, en general no me gustan las comedias musicales.

A veces me sorprendo de mi mismo.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Perseverancia

La perseverancia es, en palabras de muchos una virtud, es una necedad casi escatológica, que hace que el que persevera y se empecina en hacer algo generalmente se salga con la suya… tras mucho tiempo de esfuerzo y, por que no, sufrimiento.

Digo esto porque estos últimos años en cierto modo he sido perseverante, pero también me he sentido fatal en diversos aspectos, pues no he podido hacer de mi vida lo que a estas avanzadas edades esperaría ya haber hecho.

Lo cierto es que me perdí entre depresiones, divagaciones, política y otras tantas cosas que surgieron a la par, ciertamente perdí el rumbo y eso, bien que mal, hizo que me tomara más tiempo llegar hasta donde yo quería, y lo hube olvidado.

Mucha gente que he conocido y que ha recorrido el mismo sendero que yo, hace tiempo que concretaron metas que para mi son aun un sueño que no puedo acariciar siquiera, les he perdido la pista, he sabido de algunos a los que les va bien, me he vuelto osco y esquivo, me ha costado dar la cara y mirar a los ojos a aquellos viendo lo que yo aun soy y no me gusta.

Sin embargo de unos meses para acá he tenido la determinación de levantar la mirada, sacudirme la tristeza y llevar dignamente todo lo que soy con mis aciertos y mis colosales errores y seguir adelante. No ha sido algo fácil y me ha faltado disciplina para llevarlo a cabo y he caído y me he levantado varias veces y he tenido que comenzar de cero más de una vez… y aquí sigo.

Y en estos días de dolorosos y titánicos esfuerzos ha sucedido algo, algo triste sin duda pero algo que, de cierto modo me ha dado fuerzas para salir adelante. Sucede que mi camino ha vuelto a cruzarse, brevemente, por un instante al menos, con el de otros tanto cuya pista había perdido hace tiempo y me he dado cuenta de que no están mejor que yo, no al nivel que yo sospechaba y aborrecía y que me hacia sentir miserable y esconderme del mundo.

Muchos de los mejores de mi clase, jovencitos hábiles y prometedores han tenido que huir de la hostilidad del mundo laboral y refugiarse en una maestría, más por no tener mejor opción que por convicción… han vuelto al hogar, al mundo que conocen y donde ciertamente son alguien… al amparo de una modesta beca que si bien no es grande, les permite sobrevivir en estos tiempos difíciles, en este país que se cae a pedazos y que milagrosamente de alguna manera extraña aun funciona.

Y algunos otros han demorado lo que yo en mis confusiones en titularse, en terminar una tesis y si bien han hecho quizá mas que yo de mi vida, lo cierto es que la brecha abismal e insondable que yo creía tener ante mi resulta no haber sido tan grande.

Pero hay algo aun más cierto y más loable que este patético consuelo de encontrar en las desgracias ajenas cierta tranquilidad personal y es justamente eso que da titulo a esta entrada: la perseverancia.
Todos estos ejemplos son de jóvenes, mujeres y hombres que con mayores o menores dificultades han logrado algo que tristemente no sucede con la frecuencia que quisiéramos en este país: terminar una carrera universitaria.

Si, yo lo se, yo se que no es el único camino para tener éxito en la vida, pero cierto es que hace mucha falta gente verdaderamente preparada en este país, gente que sepa hacer las cosas y el haberme formado en una Escuela de Ingeniería me hace ver cuan necesario es esto.

Se trata de jóvenes que han invertido casi 10 años de su vida en esta aventura llamada ingeniería, que a veces es ingrata y te colma de sinsabores y otras te llena de dicha y satisfacciones. Y es la perseverancia la que ha formado ese carácter que hace que los ingenieros no se desmoronen a la primera adversidad y que aun con todos los pronósticos en contra, saquen adelante. Sea pues esta perseverancia la que me permita concluir esta carrera y cerrar este ciclo, quizá el más importante de mi vida.

martes, 16 de febrero de 2010

Tragedia

Hoy he tenido un día de esos en que nada sale como quisiera. He eludido mis compromisos, no he tenido la voluntad de hacer lo que tenía que hacer y se me ha hecho tarde para lo único útil que me queda por hacer hoy.

No tengo para pagar un taxi, además aun así sé que llegaría tarde, sé que tengo que salir pero no sé que hacer ni a donde dirigirme, es la señal inequívoca de una tarde inútil que desperdiciaré negligentemente como otras tantas por más que me he esforzado en no caer en esto, reincido como el alcohólico anónimo cuando coquetea con un whisky o con el fumador de toda la vida con el cigarro que ha de matarlo.

Me gustaría nunca volver a esto… quisiera creer que es posible.

martes, 2 de febrero de 2010

Antes de que despunte el sol

Son las 6:20 am, se me ha hecho un poco tarde, el frio matinal me pica la cara, me despabila, me hace sentir vivo y recordar esas ya lejanas mañana de escuela a las 7 am o de mis intentos fallidos por llegar a las 7 am a clases.

He salido aun antes que el sol asome, me gusta pensar que el día puede ser provechoso a salir a tan indecente hora del día.

Muchos rostros nuevos, eso podría parecer raro pero la ruta de transporte que acostumbro usar tiene la peculiaridad de que lleva casi siempre a la misma gente casi a la misma hora, un núcleo de usuarios habituales aderezado de inevitables usuarios casuales, fugaces.

Veo una niña, ha de ir a la prepa, me llama la atención su cara tan linda… jajá pero que pienso, si a esa edad todas las niñas son hermosas.

Recorro la misma ruta que hace 10 años y me maravillo de un espectáculo que mis ojos presencian y que hace tiempo había olvidado: la salida del sol que llena de colores el cielo y comienza a cortar el acuciante frio de la mañana que me mantiene despierto.

Es un buen día y apenas comienza, me siento contento porque quiero creer que este nuevo inicio es la señal de nuevos y mejores tiempos.